“Algunos comentarios [de otros autores] son básicamente lingüísticos, otros eminentemente teológicos y algunos fundamentalmente homiléticos. El que usted tiene en sus manos es primordialmente explicativo o expositivo. No es técnico en el sentido de la lingüística, pero también trata aspectos lingüísticos cuando esto resulta ser de ayuda la interpretación adecuada. No trata de abarcar todos los temas de la teología, pero se enfoca en las doctrinas más importantes presentes en cada texto y en la manera en cómo se relacionan con las Escrituras en conjunto. No es homilético en principio, aunque cada unidad de pensamiento se trata por lo general como un capítulo, con un bosquejo claro y flujo lógico de pensamiento”.