Dios es tierno y misericordioso, esos atributos nos deben servir como modelo de vida, sobre todo en la crianza y el trato hacia los niƱos. Una crianza con ternura busca sanar las heridas de la violencia y denunciar las estructuras injustas y opresoras que perpetĆŗan la violencia interpersonal y sistĆ©mica.
Es indispensable una dimensiĆ³n transformadora de la ternura, porque la crianza con ternura no podrĆa ser una revoluciĆ³n si no denuncia las estructuras econĆ³micas y polĆticas fallidas del sistema capitalista neoliberal, que agudiza la brecha entre ricos y pobres. La crianza con ternura es un camino de restauraciĆ³n, formaciĆ³n y transformaciĆ³n. Ese camino no se hace solo, se hace uniendo esfuerzos y acompaƱƔndonos unos a otros, sin dejar a nadie atrĆ”s.